Cómo decidí dar el paso y montar mi propia empresa formato culebrón (Primera Parte)

Sóis muchas personas las que, personalmente o vía redes sociales, me preguntáis a qué me dedicaba antes de empezar con Potions o queréis saber si me costó empezar y cómo decidí dar el paso de empleada a "emprendedora", así que he decidido escribir esta entrada para ayudarte (¡o acabarte de liar!) si te estás planteando hacer un cambio en tu vida y empezar a trabajar en lo que realmente te gusta y siendo tu propio/a jefe/a que, dicho sea, no está nada mal. Como seguro que me voy a enrollar un montón, dividiré este post en dos (o tres) entradas para que no sea un tostón leerme.

En esta primera parte voy a explicarte qué estudié, dónde trabajé y cómo llegué al punto de animarme a abandonar un lugar más o menos "estable", pero tóxico e insostenible a nivel profesional, y a cambiarlo por algo totalmente diferente con lo que me sintiera a gusto, feliz y realizada.

Parte 1/2: Qué estudié y a qué me dedicaba

Estudios. Desde pequeña estaba bastante claro que me dedicaría a alguna cosa relacionada con la creatividad. Después de la típica etapa por la que muchos/as pasamos de no saber qué queremos estudiar/hacer con nuestra vida, al acabar el bachillerato estudié tres ciclos superiores (primero de diseño, después de fotografía artística y el último de producción audiovisual). Si os he de ser sincera, ninguno me pareció increíblemente interesante ni me hizo ver la luz en ningún aspecto. Sí, aprendí alguna cosa chula como revelar en cuarto oscuro y hacer una cámara estenopeica, pero no nos engañemos, cualquiera puede hacerlo con un buen tutorial de youtube y ahorrándose 6 años de tostón académico. Seguramente alguien no estará de acuerdo con lo que digo, pero así lo viví yo.


Me decepcionaba bastante ver como algunos de mis amigos que conseguían trabajo estaban totalmente limitados a lo que querían los clientes, siendo completamente anulados creativamente y con el eterno estigma que rodea a todo lo relacionado con el diseño y las frasecitas estilo "son cuatro líneas, en 5 minutos lo tienes" / "no me cobrarás mucho, ¿verdad? total es un logo de nada" / "No es remunerado, pero te servirá como experiencia". Algo bastante patético que me parece que por suerte está empezando a cambiar.

El Photoshop, tal y como algunos jefes creen que es


Empezando a trabajar. Tenía muy claro que mi trabajo y mis ideas no iban a ser gratis, así que realicé un montón de trabajos distintos y no relacionados con lo mío mientras estudiaba. Los iba alternando con proyectos personales como exposiciones y sesiones de fotos a grupos de música, marcas de ropa o encargos personales a amigos, conocidos y amigos de conocidos. Aquí tenéis unas fotos que he encontrado por mi disco duro de 2003 y 2007 (ha llovido bastante desde entonces). Me lo pasaba bastante bien, pero si pretendía que me diera de comer iba dada...

2003. Proyecto personal

2007. Catálogo de de moda

Encuentros en Hi5. Y un buen día, una amiga que llevaba sin ver desde el colegio y que vivía en China, se puso en contacto conmigo via Hi5 (sí, hablo del paleolítico) para ofrecerme un trabajo de fotógrafa en la empresa de su entonces novio. Diseñaban y fabricaban ropa interior masculina y tenían un proyecto súper interesante, con una plantilla de gente joven, ambiente familiar y presupuesto suficiente para llegar a ser una marca conocida y de prestigio. Necesitaban a alguien que hiciera los catálogos y las sesiones de fotos.

Yo estaba trabajando en una empresa que no tenía nada que ver con éso y me pudieron más las ganas de hacer fotos que el ganar el dinero que ganaba entonces, que no estaba nada mal, aunque era totalmente proporcional a todo lo que trabajaba, osea un sueldo "justo" ni más ni menos.

Fui sincera con Cristina y le pregunté si íbamos a trabajar juntas, ya que yo tenía muy claro que no quería mezclar amistad y trabajo. "¡Tranquila, que yo estoy en China con las fábricas y mis cosas! Él será tu jefe, yo no tengo nada que ver". Así que ni me lo pensé.

Trabajando para otro. Y allí estaba. Cobrando casi la mitad de lo que cobraba en el anterior trabajo porque "no podía pretender cobrar más que los que llevaban más tiempo". Me prometieron que me subirían el sueldo en unos meses y empecé con el pluriempleo. Ya no sólo era hacer las fotos (con mi propio equipo, que acabó bastante mal) y sin ningún tipo de iluminación o prespuesto para hacerlas en otro lugar, sino que nada más llegar, mi jefe -muy majo- pretendía que hiciera un catálogo con todo lo que ello conlleva (preparación, realización, retoque, maquetación...) ¡en un fin de semana!

Que no cunda el pánico... Yo tenía ganas y potencial, así que si lo querían en un fin de semana lo tendrían... Y alucinarían. Así verían todo lo que era capaz de hacer y me subirían el sueldo pronto. Hice el mejor catálogo de imagen que podía haberse hecho en tales condiciones, utilizando a amigos como modelos y molestando a mi familia para poder usar una casa preciosa como localización.

Quedaron una fotos muy bonitas que encantaron a mi jefe pero ¡OH! parecieron no gustarle a Cristina (ésa que no iba a trabajar conmigo, ¿os acordáis?) acostumbrada a trabajar a lo grande con catálogos estilo Carrefour (fondo blanco y productos volando por ahi enmedio). Ojo, no tengo nada en contra de este tipo de catálogos, sobretodo porque funcionan (y muy bien) siempre y cuando el producto que queramos vender sea una lata de sardinas.

A mi parecer, detrás de una buena marca ha de haber un cuidado trabajo de branding. Vender un estilo de vida, un producto con "rollo". Es mucho más importante que el hecho de que en el poster promocional se vea en detalle una cinturilla por delante y por detrás, cosa que puede ser interesante si realizamos un catálogo distinto para los mayoristas, que quizá sí estén interesados en aspectos mucho más técnicos... En fin, que llevaba poco tiempo y ya la había liado.

Tierra trágame...

1 - Había aceptado un sueldo que no correspondía con mi trabajo
2 - Hacía el trabajo para que mi jefe se llevara la mayor parte del beneficio (como en todos lados)
3 - Había mezclado amistad con trabajo o, mejor dicho, la amistad había decidido mezclarse
4 - El catálogo de imagen que necesitaban, con fotos chulas para hacer posters y material publicitario, no era tal... Sino que por catálogo de imagen entendían un catálogo cutre con fondo blanco y producto expuesto en maniquí...

Con lo cual...

5 - Empecé a avergonzarme de los trabajos que me hacían hacer

Y...

6 - No quería ver cámaras de fotos ni ordenadores fuera del horario laboral, que cada vez era más amplio, ni en pintura.

Recuerdo que un día se me acercó muy seria con una foto en la mano y me dijo que las mías tenían que ser así, que no sabía por qué pero no tenian ésa "chispa". Le dije que no se preocupara, que las próximas serían del estilo, así que para la siguiente temporada le presenté un presupuesto como Dios manda, con cámara de medio formato, modelos profesionales, estudio, iluminación... Se le pusieron los ojos en blanco y me preguntó si estaba loca. Le dije que éso era lo que valía una sesión como la que ella quería. Me comentó que buscara el nombre del chico que las hubiera hecho y le pidiera un presupuesto. Nunca pude dárselo porque no encontré el teléfono de David Lachapelle en ningún lado... 😂😂😂

Cristina, que siempre que salíamos por ahí era monotema con el trabajo, tenía que soltarle a todo el mundo que era mi jefa (cosa que no me causaba ningún problema, pero como véis la historia había cambiado). Empecé a tener menos ganas de verla porque era imposible desconectar del trabajo a su lado, y empezó  a meterse poco a poco en la empresa para acabar siendo una especie de directora-de-todo sin tener formación en la mayoría de áreas. Ésto es algo que, hablando con mucha gente, veo que está a la orden del día y que considero un problema muy grave.

Alguien que va a llevar la dirección de un departamento debería saber hacer lo que él mismo exige a sus subordinados o, almenos, conocer todos los pasos que dicho trabajo comporta. Entiendo que como jefe pagues a alguien para hacer las cosas que tú no sabes hacer o para llevar áreas para las que tú no estás preparado pero, precisamente por éso, debes aprender a delegar y no debes meterte en terrenos que desconoces, ¿no os parece?

No puedes darle lecciones de fiscalidad al director financiero si cuando te hablan del IRPF crees que te están hablando de un grupo de música, ni puedes decirle a una diseñadora que utilice la Comic Sans para hacer un estampado molón "porque es una letra muy juvenil". No puedes dar lecciones sobre teoría del color cuando llevas pantalones marrones y una camiseta naranja, por muy caros que éstos sean, ni pretender hacer un estampado que se llevaba mucho el año pasado para la temporada del año que viene para "ir sobre seguro". PEEERO, era su empresa y hacía lo que quería, aunque la marca empezara a rezumar cutrez y los diseños pareciesen "baratos", no por culpa de los diseñadores, que hacían su trabajo y muy bien, sino porque ella les hacía hacer lo que a ella le gustaba, sin tener en cuenta las tendencias ni el mercado en el que se vendía.

Muchos diréis: "Las empresas están para ganar dinero, ¿no veía que con esos productos tan feos no vendía nada?" La respuesta es NO. Nunca se le ocurrió que quizá el producto era feo o no encajaba. El problema era siempre de los demás. Los comerciales no hacían bien su trabajo, los diseñadores no eran buenos, las tiendas no se curraban el escaparate, la gente no tenía buen gusto (!!!)... Todo eran problemas de los demás, y nunca quiso hacer un sólo modelo que escogiéramos desde el departamento de diseño sin meterse en medio para ver qué tal aceptación tenía. 

Por favor, no dejes que mi dulce sonrisa te engañe. Odio mi puto trabajo.
¡Que tengas un bonito día!

A todo esto, yo ya era responsable del área creativa y de marketing (??), llevaba las redes sociales, escogía a los embajadores de marca, era responable de la organización de todos los eventos y ferias (nacionales e internacionales), llevaba el visual merch de las tiendas, el control de stock de las tiendas, las reclamaciones e incluso diseñaba packaging!! El sueldo era el mismo que cuando entré en la empresa sin contar 100€ que me daban en un sobre a modo de golpecito en la espalda.

Un día que ella estaba fuera, reunimos a nuestro jefe y le comentamos que estábamos preocupados. Queríamos a la empresa como si fuera nuestra, pero teníamos un problema grave y se llama Cristina. Él fue sincero con nosotros y nos dejó claro que, aunque nos comprendía, no iba a meterse en terrenos pantanosos (supongo que teniéndola allí entretenida se ahorraba más rato de tenerla que aguantar en privado) pero que intentaría que tuviéramos más voz en la elección de los modelos... Algo que nunca llegó a hacerse realidad.

A todo ésto, Cristina tenía afición por meter cizaña entre los trabajadores, según ella para "picarles y que dieran lo mejor de sí". Error. El tema era bastante chungo e iba mucho más allá, inventando rumores para que hubiera mal rollo entre los empleados y no se hablaran entre sí, logrando "que trabajasen más". Lo más triste de todo ésto es que no estamos hablando de un jefe anticuado de 70 años, sino de una persona joven menor de 30. Es muy triste que aún haya gente que premie el presentismo e intente mantener a raya a los trabajadores utilizando semejantes técnicas.

CADA VEZ TENÍA MÁS CLARO QUE DEBÍA IRME DE ALLÍ, al igual que el resto de mis compañeros, que en cuanto tenían otra oferta salían pitando a pesar de que la crisis alcanzaba ya todo su esplendor.

Un día apareció Jose, un director que se llevaba 5000€ al mes por inventarse pedidos que luego no salían y por cobrar tickets diarios en gasolineras de Barcelona mientras él estaba en Miami "abriendo mercado". Como no hablaba idiomas ni sabía escribir emails, ¿adivináis quién redactaba emails y negociaba en las reuniones con clientes extranjeros? ¡Bingo! La menda, a la que no le daban ni las gracias.

Nos dolía que hubiera una persona con semejante sueldo y semejante CARA, sobretodo cuando para pagarle a él nos habían suprimido las dietas. Como véis, la cosa era vergonzosa y no hacía falta ser muy listo para ver que esos derroches iban a llevar a la empresa por mal camino. Así que tomé una decisión: abandonar ese barco antes de que naufragara... 

¡Cómo lo decidí y lo llevé a cabo os lo explicaré en el próximo post!

Comentarios

  1. OHHH! Parece una telenovela!! súper adictivo :D

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    1. ¡Muchas gracias Elena! Tiene mérito haber leído todo... jaja 😉

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  2. Brillante. Me siento muy identificada y me he reido mogollón!

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  3. Creo que con la imagen (o el halo mejor dicho) que has creado alrededor de Potions nos queda a todos claro que eras más que apta para diseñar cualquier cosa. ¡Ay que gente mas obtusa! Felicidades por haber sido tan valiente. Yo también estoy en el mundo del diseño (pero de edificios), intentando empezar, y en fin ¡qué te voy a contar! Esperando con ganas leer el remate final a Cristina 👿😂

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